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TESTIMONIOS

Luis Valls, un banquero humanista con esitlo propio

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Vídeo completo (27min.)

“Un banquero humanista con estilo propio”

De él se han dicho muchas cosas, pero, quizá la que más pueda sorprender y que explique sintéticamente quién era Luis Valls es el término que le acuñó “ el tío Alberto”, alma mater de la Ciudad de los Muchachos, una comunidad de chicos jóvenes en riesgo de exclusión en el sur de Madrid. Le bautizó como “un banquero con sandalias”.

No es fácil describir una figura poliédrica como la de Luis Valls Taberner, ya que era un banquero excelente, un humanista de vocación y un filántropo incansable.

Licenciado en derecho y doctor, entró a trabajar en el Banco Popular en 1953 y, cuatro años después, con tan solo 31 años, le nombraron vicepresidente ejecutivo. En 1972 fue nombrado presidente, cargo que abandonó en 2004.

Son muchos los testimonios que en este vídeo resumen van desglosando cómo veían ellos al banquero barcelonés. Unos se enfocan más en su perfil profesional, el de la banca, en la que aseguran que fue creador de un estilo de llevar el negocio que poco o nada tenía que ver con el del sector. Una banca entendida desde el rigor, la profesionalidad, el trabajo y los equipos, – elementos que le auparon dos años a ser reconocido como el banco más rentable del mundo,- pero también, desde la importancia del servicio al cliente, la importancia de formarse e ir creciendo en la institución, o la de la convicción de una visión de una banca social, aquella que hace mucho más que lo que algunos esperan de ella, rentabilidad y eficiencia. Luis Valls siempre tuvo, desde los años 50, una visión de una banca que, fuera más lejos del negocio, tratando siempre de ayudar a los más desfavorecidos.

En concreto los testimonios hablan de cómo era la personalidad de Valls, el modo de trabajar en el banco, la importancia del trabajo, su equipo, la espiritualidad y, por último, su faceta filantrópica.

Poco a poco las personas que lo trataron van desglosando, desde su experiencia personal y su visión, quién era este banquero que marcó una época en España.

Los perfiles de las personas que han querido dar su testimonio es de lo más variado. Desde el siguiente Presidente del banco, pasando por muchos directivos de alto rango, a empleados de base de la institución financiera. También beneficiarios de las fundaciones como estudiantes, inmigrantes, personas con serias dificultades financieras, monjas o curas. También han querido dar su testimonio periodistas, familiares, profesores de escuelas de negocios, actrices, sindicalistas y políticos.

A Luis Valls le interesaban muchas cosas más allá de la banca. Era un enamorado de la lectura del teatro y del cine . Una de sus costumbres más reconocidas era que regalaba libros y financió la creación de muchas bibliotecas. Estaba al corriente de las últimas tendencias culturales, pero su afición por el periodismo fue, quizá, lo que más destacan aquellos que lo trataron. De hecho, no solo era un gran lector de prensa, sino que apoyó la creación de un periódico, el diario Madrid.

La importancia de la formación y la preocupación por la gente joven fue otra seña de identidad del banquero catalán. Desde las fundaciones que él inspiró se apoyaron a decenas de iniciativas que ayudaron a poner en marcha proyectos que ayudaran a la formación, la lectura, el estudio o el emprendimiento.

Precisamente las fundaciones fue un elemento diferenciador de su modo de entender la banca. Logró convencer a los consejeros del banco a que renunciaran a lo que entonces se llamaban “ atenciones estatutarias” y que hoy llamaríamos dietas, para que las donasen a causas sociales. Durante décadas esta generosidad de los consejeros permitió ayudar a miles de personas en su desarrollo profesional y personal, no solo en España, sino en muchos países del mundo. La visión de Valls no fue genuina solo en el origen de esos fondos, sino que la aplicación fue también muy revolucionaria. Su forma de apoyar iniciativas sociales debía ser, en la mayoría de los casos, de préstamo en muy buenas condiciones, pero que, las fundaciones confiaban en que el beneficiario hiciera todo lo posible por devolverlo. De este modo logró un doble efecto, por un lado “ dignificar al que pide” exigiéndole un esfuerzo y evitando la comodidad de una donación a fondo perdido, y por otro, mantenía, con esos recursos de vuelta, la capacidad financiera para apoyar nuevas iniciativas. A cambio solo pedía dos cosas, anonimato y que rezaran por él y por su hermano.

Su visión trascendente de la vida es algo imbricado en él. Sin hacer ninguna ostentación de ello, al contrario, siempre con un perfil bajo y buscando el anonimato, Luis Valls tenía unas profundas raíces cristianas y fue un miembro destacado del Opus Dei desde que vio con claridad su vocación a los 20 años. Austero y desprendido de lo material, siempre buscó en lo espiritual su gran meta.

Luis Valls, un banquero humanista con estilo propio nació el 5 de junio de 1926 en Barcelona y falleció en Madrid el 25 de febrero de 2006.

El vídeo finaliza con una ilustración de un retrato del protagonista, creada con las palabras utilizadas por los que han dado su testimonio. Además, tienen mayor tamaño las más repetidas, formando un mosaico rico y completo al tiempo que destilan maestría y visión. Una simbología que trata de simplificar la vida lograda de este personaje único.

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