FILÁNTROPO
Las tres fundaciones: Fundación Hispánica, Fomento de Fundaciones y Patronato Universitario
Desde los años 70, el Banco Popular tenía un alto grado de madurez en materia de responsabilidad social corporativa y en ello se notó muchísimo la influencia de Luis Valls, quien entendía que esta estrategia social tenía una doble vertiente: interna y externa.
En la vertiente externa hubo una importante actividad poco conocida, en gran parte porque el banco tuvo siempre por principio no hacer publicidad de esto ni utilizar su marca para exhibir nada: la acción social.
De hecho, es posible que quien esté leyendo esto y conozca algún proyecto apoyado por alguna de las tres fundaciones a las que nos vamos a referir (Fundación Hispánica, Fomento de Fundaciones y Patronato Universitario), no sepa la vinculación de Luis Valls con él. Si bien es cierto que nunca fue patrono de ninguna de estas fundaciones, ni las presidió, sí inspiró su creación, alentó su actividad (dejando incluso su herencia a una de ellas) y transmitió a otros la alegría de participar, eso sí, siempre desde un segundo plano.
La impronta de discreción y eficacia, tan propia de Luis Valls, que permeaba tanto su actividad como su propio actuar como filántropo, brilla ahora con luz propia. Llegado el momento de su Centenario (será en 2026), el profundo y vivo legado de acción social que dejó Luis Valls reclama un justo tributo.
Gracias a las fundaciones establecidas para ese fin, su noble deseo de llegar a personas o instituciones necesitadas sigue siendo un caudal generoso de ayuda. Resulta natural rendir homenaje a la persona que ha hecho posible esa desinteresada asistencia a tantas personas en el mundo entero.
Las fundaciones en el ámbito del Edificio Beatriz
Mientras Luis Valls vivió, alentó la acción social con tres ángulos que eran, a su vez, tres frases que él mismo no se cansaba de repetir: “Sin beneficios no hay beneficencia”, “Mantengo un criterio contrario a dar dinero a fondo perdido” y “La acción social comienza prestando asistencia técnica antes que prestar dinero”. Esto quería decir que las ayudas se articularían principalmente en forma de crédito, cuando no exclusivamente de asesoramiento. En caso de ser financiación, sería, por supuesto, de la llamada “blanda” en cuanto a las condiciones de devolución y destinada siempre a los conocidos como “desbancarizados”, es decir, personas o entidades a las que ninguna entidad financiera atendería.
Todo ello desde el inicio sin hacer publicidad y sin usar estas iniciativas para mejorar la imagen propia o la imagen de la marca (en este caso, su faceta como presidente del Banco Popular).
Luis Valls explicaba en el Repertorio de Temas lo que tenía pensado para las fundaciones: “Teniendo en cuenta que los bancos se desenvuelven en el sector financiero, se procura que todas las ayudas sociales que desarrollan las fundaciones se instrumenten bajo la modalidad de créditos. Éstos, por sus condiciones de plazo, tienen la consideración de blandos, especialmente en las épocas en las que los tipos de interés son altos y el dinero escaso.
Son excepcionales las operaciones de crédito aisladas, ya que preferentemente se funciona con programas estándar: de cooperación universitaria, del libro, de cooperación internacional, de equipamiento, de clubes juveniles, de motorización del clero rural, de estudios eclesiásticos, etc. Otra modalidad sintomática y, por tanto, de interés, es la de los créditos-beca, con condiciones todavía más blandas en cuanto a plazo y tipo y con la sola garantía personal del honor, sin avales”.
En general, Luis Valls no era partidario de hacer donaciones, aunque las hizo. Se consideraban ayudas a fondo perdido o créditos concedidos y condonados. “Aquellos créditos en los que no se contempla, por realismo, la devolución de su importe, se cargan directamente a gastos para obras sociales”, decía.
Fundación Hispánica, Fomento de Fundaciones y Patronato Universitario
Aunque desde los años cincuenta se pusieron en marcha diferentes formas de articular la acción social por parte de Luis Valls (desde dentro y fuera del Banco Popular), actualmente las fundaciones conocidas como “del ámbito del Beatriz” realmente son tres. Francisco Aparicio, presidente de las tres, aclara que funcionan como una sola. Hay unidad de gestión y los proyectos, son atendidos por una u otra dependiendo del momento y la necesidad. “En el pasado había alguna más, pero se han ido fusionando cuando perdían el sentido de su especialidad o se terminaban los fondos”, apunta. En la actualidad, las tres fundaciones son: Hispánica, Fomento y Patronato Universitario.
Historia y evolución de las fundaciones
En 1957, cuando Luis Valls es nombrado vicepresidente ejecutivo del Banco Popular Español, se inicia la acción social del Banco. A su despacho llegan peticiones de ayuda, él quiere atenderlas pero no en todos los casos es conveniente hacerlo a través del banco. Literalmente dice: “el Banco no debe regalar lo que es su materia prima, el dinero”. Así que se pone a la cabeza para empezar a atenderlas y se establece, a propuesta suya, que los consejeros comiencen a ceder sus derechos a la acción social, a las fundaciones venideras.
Desde 1970 esos fondos provenientes del Banco Popular se canalizan a la Fundación Hispánica, que sería sustituida en 1981 por Fundación para Atenciones Sociales (con el acrónimo FAS), actualmente absorbida por Fundación Patronato Universitario. De 2008 en adelante volvió a ser Fundación Hispánica, hasta la resolución del banco.
La Fundación Hispánica surgió pues por el deseo de Luis Valls de externalizar la ayuda y desvincularla del Banco, aunque gran parte de su financiación la recibió del Banco. Los donativos recibidos del Banco Popular lucen en sus cuentas anuales y se pueden consultar en la CNMV a día de hoy.
Actualmente, Fundación Hispánica mantiene programas de apoyo a la cultura hispánica y sigue su labor de ayuda a estudiantes y centros de formación, como por ejemplo desde hace años con el Programa de excelencia Académica, con el que “compraba” las buenas notas a alumnos que han acudido al préstamo, sobre todo de universidades privadas y Colegios Mayores.
En 1976 se crea la Fundación Vasconia, promovida por el Banco de Vasconia, filial del Banco Popular, que desarrolló su actividad principalmente en Navarra y País Vasco, y que permitió completar su formación a cientos de seminaristas enviados a Navarra por obispos de todo el mundo. Actualmente esta fundación no existe, la absorbió Fundación Hispánica en 2017, una vez desaparecido el Banco de Vasconia.
La sustitución en 1981 de la Fundación Hispánica por Fundación para Atenciones Sociales como cauce de la acción social del Banco obedeció a diversas circunstancias, entre otras a que la Fundación Hispánica era Consejero del Banco (su primer representante físico fue Aristóbulo de Juan). En 2008, habiendo cambiado las circunstancias, retomó el rol que tuvo inicialmente.
Hay que decir que Luis Valls, a título personal, también donaba directamente a estas fundaciones parte de su sueldo. Por ejemplo, en 1970 destinó 3,5 millones de pesetas y en diez años (desde 1979 a 1988, ambos incluidos) les donó 67 millones de pesetas. Mantuvo esta costumbre toda su vida. Conviene aclarar que su retribución siempre fue claramente inferior a la de ‘sus pares’ de otras entidades: en 2003 Encarna Pérez se refiere en La Vanguardia a los donativos del Banco Popular a la Fundación para Atenciones Sociales y hace una comparativa de los sueldos de los Presidentes de Banco.
En 1987 nace Patronato Universitario, que recoge la actividad que estaba llevando una entidad fundada por Luis Valls llamada Patronato Santillana. Se llamaba así porque su origen estaba en el Colegio Mayor del mismo nombre en Madrid, al cual Luis Valls acudía con frecuencia para ayudar personalmente en la formación y fomentar la afición a las habilidades de comunicación de sus estudiantes.
Se daba la circunstancia de que existía ya una fundación llamada Santillana, propiedad de la familia Polanco, dueños de la editorial Santillana. Por eso, se aconsejó que la fundación nueva se llamara Patronato Universitario. Todavía hoy tiene importante actividad de financiación a estudiantes y entidades: además de asumir los programas de este tipo de Fundación Hispánica y Fundación Vasconia, ha ampliado la redención de préstamos a estudiantes.
Ese mismo año (1987), nace Fomento de Fundaciones, cuyos fondos iniciales fueron la herencia de Rafael Termes, sobre todo. La vocación desde el inicio fue contribuir a proyectos internacionales, por lo que en algunas publicaciones se puede encontrar una referencia a ella como “Fundación Internacional”. Cuando muere Luis Valls, esta fundación es su heredera. En total no llegaba a 10 millones de euros, de los que 6 millones de euros eran acciones del Banco Popular: durante años el día 13 de cada mes destinada a comprar acciones del banco.
En 2008, siendo ya presidente Ángel Ron, se decide recuperar la Fundación Hispánica como cauce de la acción social del Banco Popular y destinar parte de sus ayudas a atender compromisos institucionales del banco (ver anexo). Le añade, para ello, el sobrenombre “del Grupo Banco Popular” pues, siendo el primer gran banco español que promovió una fundación no cultural, en aquel momento era el único que no tenía su nombre en alguna, lo que dificultaba el cumplimiento de algunos compromisos institucionales del Banco que asume la Fundación. Este sobrenombre desaparece cuando el banco se resuelve, quedando de nuevo como Fundación Hispánica.
El donativo que Fundación Hispánica recibía del Banco Popular vuelve con el cambio de nombre en 2008 pero cada vez será menor, por las crisis que la entidad atraviesa año tras año. Si había sido -durante los años 80 y 90- el equivalente a unos 22 millones de euros al año (entre el Banco Popular y sus filiales), pasa a ser 12-13, incluso un año 1,8 millones. El donativo finaliza en 2015, antes de la resolución del Banco.
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1957 Luis Valls es nombrado Vicepresidente Ejecutivo del Banco Popular
Llegan peticiones de ayuda, quiere atenderlas pero no a través del Banco (no regala dinero)
Comienzan la acción social del Banco Popular
Las peticiones se atienden desde Presidencia.
Se establece que los consejeros del Banco comiencen a ceder sus atenciones estatutarias a la acción social, a las fundaciones venideras.
Al principio, estos donativos son para Fundación Hispánica y, más tarde, para Fundación para Atenciones Sociales.
Entre 1995 y 2008, para Fundación para Atenciones Sociales (actualmente Patronato Universitario).
De 2008 en adelante, otra vez para Fundación Hispánica. -
1970 Nace Fundacion Hispánica
El Banco Popular decide externalizar la acción social y la Fundación asume la actividad que venía desarrollando el Banco.
Sus fondos provienen del Banco Popular. -
1976 Nace Fundación Vasconia
Recibe las aportaciones del Banco de Vasconia, más tarde absorbido por el Popular, y centra su actividad en Navarra.
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1981 Nace Fundación para Atenciones Sociales
Fundación Hispánica, que era consejera del Banco Popular desde 1972, es sustituida por Fundación para Atenciones Sociales, que recoge las peticiones que atendía Fundación Hispánica.
Por lo tanto, comienza a recibir el donativo del Banco Popular que antes recibía Fundación Hispánica.
Luis Valls, a título personal, también dona directamente a esta fundación parte de su sueldo. Desde 1979 a 1988, casi 67M pesetas. -
1987 Nace Patronato Universitario
Recoge la actividad de Patronato Santillana, que se inicia junto al colegio mayor.
Luis Valls le hace donaciones a título personal.
Cambian el nombre porque se lo piden los Polanco (Edit. Santillana).
Actualmente da ayudas a estudiantes de universidades eclesiásticas que, primero, estuvieron en Fundación Vasconia y, después, en Fundación Hispánica. -
1987 Nace Fomento de Fundaciones
Tiene vocación internacional desde el inicio (por eso también se llama Fundación Internacional).
Surge por deseo de Rafael Termes que, además, deja su herencia para los fondos iniciales.
Es también la heredera de Luis Valls y en 2006 recibe casi 10M de euros, de los cuales 6M de euros son acciones del Banco Popular. -
2008 Vuelve Fundación Hispánica
Ángel Ron propone recuperar Fundación Hispánica.
Absorbe la actividad de Fundación para Atenciones Sociales.
Cambia su nombre a “Fundación Hispánica Grupo Banco Popular” hasta 2017, que se resuelve el Banco y volverá a llamarse simplemente Fundación Hispánica.
Atiende los compromisos institucionales del Banco.
Sigue con el donativo del Banco Popular, que cada vez será menor, hasta que en 2015 finaliza. -
2017 Se resuelve el Banco Popular
Se resuelve el Banco Popular, adquirido por Banco Santander, que desarrolla su acción social por otros cauces.