Skip to main content

SU VIDA

Su vocación al Opus Dei

El matrimonio Valls Taberner Arnó era profundamente creyente, algo que quedó en el ADN de su hijo Luis quien, más allá de realizar sus estudios en colegios de jesuitas, maristas y hermanos de La Salle, entendió desde joven que la espiritualidad sería el centro de su vida. Para él, según contó en una ocasión a las periodistas Pilar Ferrer y Luisa Palma1, “la fe es un modo de sufrir bien las agresiones externas”. Pero en realidad era algo más.

Un católico convencido

Luis Valls profesaba la fe católica y tenía un compromiso vital absoluto con la Iglesia. Su profundo amor a Dios y su devoción a la Sagrada Familia hicieron que su forma de vida fuera en cierto modo distinta a la de otros banqueros de su época. Para Luis Valls la fe era prioridad y la llevaba a su día a día sin alardes y sin dar explicación, según abunda el sacerdote sevillano José Alcázar Godoy1: “Decía que era preciso tener interiormente una buena presión espiritual, la oración, el esfuerzo continuado, el cuidado de las pequeñas cosas, en lo personal y profesional, la delicadeza con los demás. La clave no era un conjunto de preceptos, pues bastaba con mirar a Cristo, amar en Cristo y trabajar desde Cristo”.

Su vocación espiritual y talento humano le llevó a actuar con magnanimidad y sentido realista. Al cumplir los veinte años, descubrió su vocación al Opus Dei o La Obra, organización de la Iglesia Católica formada en su mayoría por fieles laicos. Esta decisión la tomó plenamente convencido. Su madre se opuso, cuyo criterio era para él algo sagrado, preocupada por la incorporación de su hijo a una institución de la Iglesia entonces aún muy joven y desconocida, en proceso de constitución. Así lo relata su hermano Javier2: “Nuestra madre, mujer religiosa y piadosa, estaba preocupada con la vocación de Luis. ¿Por qué no hacerte franciscano, dominico o jesuita? Esto del Opus Dei… ¡Ni siquiera está aprobado por la Iglesia!”

El tiempo, sin embargo, daría la razón a Luis que, con esta decisión, terminaría haciendo feliz a su madre y tampoco dejaría espacio a la duda en su hermano pequeño, que añade al final de esas mismas declaraciones: “Luis fue un hombre de bien, procuró hacer el bien a los demás. Entregó su inteligencia, su dinero, su familia, su castidad. Fue un miembro ejemplar del Opus Dei”.

Fe y libertad

Luis Valls fue un cristiano de gran calibre, de mente amplia y gran sentido de libertad. Sus convicciones como católico y su vida espiritual nutrida en el Opus Dei le llevaron a tener valentía para emprender sueños personales al servicio de los demás. Esto lo hizo con gran dedicación y esfuerzo personal a través de su trabajo profesional.

Bibliografía

(1) Luis Valls. De la banca a Dios (de José Alcázar Godoy).

(2) En un artículo publicado el 25 de febrero de 2006 en el diario La Vanguardia, cuando se cumplían siete años de la muerte de Luis Valls.

Anterior

Sus estudios

Siguiente

Aficiones

Descarga de archivos relacionados: