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BANQUERO

Un estilo de hacer banca

Sus principios

Puede decirse que el Banco Popular fue una apuesta personal de Luis Valls, en cuyo desarrollo y crecimiento dejó imborrable su impronta. “El Popular era él”, así lo expresan quienes trabajaron a su lado durante décadas, que definen una identificación total entre la filosofía de funcionamiento de la entidad y la forma de ser de su presidente. Si él era un tipo de principios, el banco lo reflejaba.

Solvencia, eficiencia, rentabilidad, transparencia e independencia

Ni más ni menos, éstas eran las señas de identidad del Banco Popular, por todos conocidas. El propio Luis Valls las recogió y desarrolló1 cuando se cumplían casi cuarenta años de su llegada al banco:
Sobre la solvencia dijo: “Somos un banco comercial clásico, con una cartera industrial mínima. Zapatero a tus zapatos. Se ha optado por una clientela no de colosales empresas, sino de acreedores de volumen medio o pequeño y por una diversificación de los sectores económicos”.

En cuanto a la eficiencia, sostenía esto: “La virtud que el Banco Popular ha tratado de cultivar no ha sido la genialidad intuitiva, sino la prudencia técnica. Y, a través de los diversos niveles de mando, se han ido distribuyendo las responsabilidades”.

La rentabilidad la explicaba así: “Quizá la característica más acertada haya sido preferir la seguridad y la rentabilidad a la aventura y el tamaño, la calidad financiera a la cantidad. Esta modestia le ha mantenido un poco al margen de la carrera entre los grandes del sector pero, en cambio, ha logrado ocupar el primer lugar en rentabilidad”.

Sobre la transparencia, ni media opción a la duda: “No hay en los archivos ningún número oculto para el fisco, la autoridad monetaria, los medios de comunicación o los accionistas. El Popular es un libro siempre abierto”.

Y, por último, definía así la independencia: “Ninguna persona, familia o grupo ha dominado el accionariado, muy distribuido entre personas de toda condición, que han reiterado su confianza a unos administradores sin tensiones internas y con sentido de la tradición, la continuidad y la previsión.”

Un banquero humanista

Guido Stein va más allá2 y encuentra también estos principios como banquero en un nivel más profundo. Sostiene el doctor en Filosofía y máster en Economía y Dirección de Empresas que Luis Valls no solo fue el valedor de un banco nombrado varias veces el más rentable del mundo por su buen hacer con los números. Fue una persona que vivió “una vida polifacética, inspirada en lo importante, que no es otra cosa que las personas y hacer lo correcto”.

En su faceta profesional, dejó que esto permeara. Stein considera, literalmente, que “la expresión de una vocación personal (estaba) enraizada en unas convicciones religiosas inspiradas por San Josemaría, Fundador del Opus Dei, que tuvieron un reflejo subyacente, indeleble y permanente en los criterios de decisión y acción que impregnaron su estilo de gobierno y gestión”.

Bibliografía

(1) En un artículo escrito por él y publicado en el periódico El Nuevo Lunes el 18 de febrero de 1991.

(2) Profesor del IESE Business School y Director del Área de Negociación, autor del libro Decisión y Acción. Recuperando la sensatez: Drucker, Valls y Buffet, entre otros (McGraw Hill, 2022), del que están extraídas estas citas.

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