Para los chicos que no tienen oportunidades en Nairobi, la capital de Kenia, hay un lugar excepcional. Su nombre es Eastlands College of Tecnology, un centro de formación profesional que ofrece una amplia oferta, desde el automóvil, pasando por la tecnología y electricidad hasta la formación en administración de empresas. Una formación dual que mezcla la teoría y la práctica para que, en poco tiempo, los estudiantes salgan al mercado laboral.

Todo esto nos lo relata Austine Omeno, el director de esta institución académica. Como el mismo relata, el bien que aportan no se reduce únicamente al estudiante, sino que siempre compromete a la familia entera. Son miles de personas las que se han formado gracias a esta institución que ayuda a los más vulnerables al tiempo que agradece la ayuda de Fomento de Fundaciones con un préstamo de un millón de euros que recibieron y que, poco a poco, van devolviendo. Son muchas las ayudas que reciben de otras organizaciones y organismos pero, reconoce, “ siempre tenemos necesidades” para ayudar a personas que viven con menos de un dólar al día. El señor Omeno se enorgullece al presentar a la institución como un lugar para soñar, para ayudar a transformar vidas más allá de la cualificación técnica. Su objetivo es más ambicioso, es formar personas íntegras, algo que hacen con mucho esfuerzo y dedicación.

Son más de 500 estudiantes los que actualmente acuden al Eastland College of Tecnology, y más de 5.000 los que han pasado por sus aulas desde su fundación.