Ángel Ron, presidente del Banco Popular entre 2006 y 2017, conoció a Luis Valls en 1988, cuando Ángel tenía 25 años y Luis ya había superado los 60. Para este prestigioso directivo de banca, la experiencia de trabajar con Luis Valls fue reveladora. A pesar de la diferencia de edad y su posición, Luis se mostró como mucho más que un jefe.

Valls, comenta Ron, superó numerosas adversidades, en ocasiones con pocos apoyos, pero desarrolló una visión única de la banca.

Si decidía apoyar una causa, lo hacía con total compromiso, incluso cuando su apoyo podía ir en contra de una opinión anterior. Cuando Ángel comenzó como presidente del Banco Popular, Luis le transmitió la importancia de preservar la independencia de la institución, siempre con el foco puesto en la rentabilidad a largo plazo, la protección de los accionistas, el cuidado de la clientela y el trato exquisito al personal.

Luis Valls se rodeó de personas que compartían sus valores, principios y visión del mundo. Aunque había gente del Opus Dei en su entorno, Luis era firme, buscaba personas de confianza por sus conocimientos y convicciones morales, no por su afiliación. Buena prueba de ello es él mismo, que no pertenece a la Obra y fue la persona elegida para sucederle en el cargo.

Para el banquero catalán, el interés por el trabajo y por el banco eran su gran compromiso, pero ayudar a los demás siempre fue su gran bandera. En los años 70, inspirados por Luis Valls, el consejo de administración del banco decidió donar sus retribuciones como consejeros a fundaciones que desarrollaban una labor social. Gracias a esta generosidad, son miles las personas beneficiadas y decenas de instituciones las que hoy agradecen su labor.

Luis, siempre atento a la transparencia, impulsó la creación de un folleto explicativo que detallaba con todo detalle el trabajo de las fundaciones, algo inédito en esos años y  mucho antes de que la responsabilidad social corporativa se convirtiera en un estándar en las empresas. Esto fue un orgullo para él, subraya el antiguo presidente del banco.

Luis Valls, destaca Ángel Ron, era un ejemplo de inteligencia y dedicación.

Si Ron tuviera la oportunidad de tener una charla con Valls en la actualidad “le diría que le eché de menos, mucho. En los momentos más dedicados que me tocó gestionar, le eché mucho de menos”.