TESTIMONIOS
Ángel Rivera
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“Es raro el día que no me acuerdo de Luis Valls, fue un adelantado a su tiempo”
Ángel Rivera, exconsejero delegado de Banco Santander España, recuerda sus casi seis años y medio en el Banco Popular como un período de gran intensidad, marcado por la influencia de Luis Valls, a quien define como “un banquero singular”.
Para Rivera, Luis Valls era un estratega, conocía cada detalle del banco y lo lideraba con una combinación de rectitud, dedicación y seriedad. Su educación y atención hacia las personas lo hacían un líder ejemplar y profundamente respetado.
Uno de los rasgos que lo distinguía eran sus gestos de consideración a la gente de su alrededor, como por ejemplo, cuenta Rivera, cuando en el día de San Pedro, en lugar de entrar por el garaje, accedía por la puerta principal del edificio Beatriz solo para felicitar a Pedro, recepcionista que trabajó allí durante muchos años. Con estos pequeños detalles se ganaba el cariño y respeto de todos.
Valls dividía su tiempo entre Madrid, donde trabajaba los lunes y martes, y la localidad segoviana de San Rafael , el resto de la semana. En esa época, cuando no existía internet, Ángel Rivera cuenta que solían desplazarse “con entre 7 y 10 maletas llenas de papeles”, demostrando la meticulosidad y el compromiso con los que Valls abordaba su trabajo.
“Para mí fue un super adelantado a su tiempo con algunas cosas. Estaba muy obsesionado, en el sentido positivo, con la eficiencia. Que las cosas fuesen eficaces, sin grandes comités”, señala Ángel Rivera.
Una de las anécdotas que más impactó a Ángel Rivera durante su primer año en el Banco Popular ocurrió cuando Luis Valls le preguntó cuánto dinero tenían en la cuenta. Tras revisar, Rivera le respondió que tenía 143 millones de pesetas. La reacción de Valls fue inesperada: le dijo que había que “empezar de cero” y que “había que ayudar”. Con esa convicción, Valls decidió donar toda la cantidad, demostrando su austeridad, su generosidad y su fuerte sentido de responsabilidad social.
«Es muy raro que no haya un día en el que no me acuerde de él, que no comente alguna anécdota», confiesa Rivera. «Y cuando hablas con gente que ya se ha jubilado del banco, te siguen hablando de él». Con estas palabras, Ángel Rivera subraya el legado duradero de Luis Valls y el impacto que dejó en quienes tuvieron la oportunidad de trabajar a su lado.