TESTIMONIOS
Lucas Niklison
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“Luis Valls marcó un modelo de vida que forma parte de nuestra cultura”
“Desde los 80 hasta hoy en Argentina hemos vivido más de 8 crisis financieras, pero ninguna logró quebrar las instituciones para las que trabajamos” asegura Lucas Niklison, ingeniero agrónomo argentino que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional a ayudar en proyectos filantrópicos en su país.
Niklison asegura que la dura situación de Argentina ha puesto en serios aprietos la labor de ayuda, formación y asistencia médica que ofrecen a diario a cientos de estudiantes y pacientes en sus proyectos. En concreto Lucas se ha dedicado con mucha profesionalidad a promocionar iniciativas educativas, asistenciales y de formación profesional, no solo en Argentina sino también en Uruguay, Paraguay y Bolivia. Con orgullo nos cuenta que, tras muchos años de duro trabajo, cuentan con unas escuelas de formación profesional agraria a través de la Fundación Marzano, una universidad, la Austral y un centro hospitalario, el Hospital Universitario Austral. Nuestro protagonista, que durante décadas ha tenido varios puestos de responsabilidad, – entre otras, ser miembro de la Junta Directiva de la Universidad Austral y secretario de la fundación Marzano – , afirma que son “ miles y miles de personas las beneficiadas por esta labor”.
El ingeniero argentino relata que tuvo la oportunidad de estar con Luis Valls y sus colaboradores de las fundaciones en varias ocasiones. Asegura que el modo de proceder en cómo financiar proyectos sociales lo aprendió en esos años. Ese es un legado que, asegura, permanece vigente. También, recuerda Niklison, “nos enseñó otro principio sólido, se devuelve lo que se pide”, diferenciando el modo de proceder de otras fundaciones que hacen donativos a fondo perdido.
Lucas reconoce a Luis Valls como una figura “íntegra, honesta y con un sentido de la trascendencia muy grande”. Cree que la virtud que mejor le define es la caridad, al tiempo que agradece con un sentido “ gracias, gracias, gracias, muchísimas gracias por lo que hizo y por cómo lo hizo”. Al tiempo que reconoce que lo económico fue muy importante, asegura que “ fue secundario ya que el legado más importante es una cultura que nos dejó y que está instalada en las instituciones a las que ayudó”. Termina su relato Niklison con una confesión personal “ para mí fue un modelo de vida”.